
Hoy en día, muchas personas piensan todavía que el cambio climático es reversible. Para su información, sepan que el cambio climático es totalmente irreversible. Con cada día que pasa queda más claro que estamos viviendo una era en el planeta Tierra en la cual los trastornos del clima son considerados normales. Lo único que nos resta es aprender a vivir con sus efectos y mitigar, hasta donde nos sea posible, sus consecuencias.
Una de esas consecuencias es la escasez de agua. Aunque nos impactan las noticias detallando un sinfín de inundaciones terribles alrededor del mundo, es importante entender que existe una seria escasez de agua, no sólo en México sino en cada país del mundo. Hay que confrontar esta problemática y actuar para reducir, de manera seria, nuestro consumo de agua. Ya pasó la fecha del Día Mundial del Agua – se celebró el pasado viernes 22 de marzo – pero da lo mismo: todos los días deberíamos pensar en el problema del agua. Lo que logra el Día Mundial del Agua es atraer la atención a esta situación crítica y solicitar que se unan todos los países del mundo en una cooperación común.
“La cooperación en la esfera del agua es crucial para la seguridad, la lucha contra la pobreza, la justicia social y la igualdad de género. La buena gestión y la cooperación entre los diferentes grupos de usuarios promueven el acceso al agua, la lucha contra su escasez y contribuyen a la reducción de la pobreza. La cooperación permite un uso más eficiente y sostenible de los recursos hídricos y se traduce en beneficios mutuos y mejores condiciones de vida. También es fundamental para la preservación de los recursos hídricos, la protección del medio ambiente y puede contribuir a superar tensiones culturales, políticas, sociales y establecer la confianza entre las personas, las comunidades, las regiones o los países”, nos informa la página de las Naciones Unidas: www.un.org/es/events/waterday.
El tema importante, entonces, se centra en la “cooperación”. El Diccionario de la Lengua Española define cooperación como “la acción y el efecto de cooperar” y cooperar como “obrar juntamente con otro u otros para un mismo fin”. Es claro que si todos nosotros cooperásemos dejaríamos de lado nuestro egoísmo y pensaríamos en el bien común de la humanidad. El agua, sin la cual no podemos vivir, es un bien único. El agua corre por donde quiere, por ríos y acuíferos, cruzando fronteras y perteneciendo a nadie y, a la vez, a todos. Por lo tanto, la cooperación es crucial para la preservación de los recursos hídricos, para la protección del medio ambiente y para construir la paz. Debido a la presión enorme ejercida sobre los recursos de agua dulce – por la agricultura, la urbanización y el cambio climático – la meta es atraer la atención, a largo plazo, hacia los beneficios de la cooperación en una gestión eficaz del agua.
Les comparto unas estadísticas impresionantes que son de la página web antes citada:
- 800 millones de personas no tienen acceso al agua potable.
- Cerca de 2,500 millones no tienen servicios de saneamiento adecuado.
- Entre 6 y 8 millones de personas mueren anualmente a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua.
- En los próximos 40 años la población mundial aumentará en 2 a 3 mil millones de personas. ¿La consecuencia? Un incremento de 50% en la demanda de alimentos de aquí a 2030 y de 70% para 2050.
- Más de la mitad de la población mundial es urbana.
- 85% de la población mundial vive en la mitad más seca del planeta.
- La agricultura consume casi el 70% del agua disponible, una cantidad que en las economías emergentes alcanza el 90%.
El problema de la escasez del agua se ubica aquí y ahora. Es nuestro problema, lo compartimos con todos nuestros vecinos, amigos y familiares. Lo compartimos con todos los mexicanos y con todos los habitantes del planeta; de ahí la urgente necesidad de cooperación. La próxima vez que te laves las manos trata de imaginar una vida sin agua: verás que no te será posible.
publicada en la Unión de Morelos el 2 de abril 2013