El mundo de la ecología y medio ambiente tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como ocurre con todo. En el apartado de las bondades se encuentran todos los beneficios que nos aporta mantener nuestro planeta en buenas condiciones y en un estado de sostenibilidad ecológica, reduciendo el consumo de recursos y apostando por las energías limpias y renovables.
En el lado menos positivo podemos comentar el de los intereses comerciales que existen siempre detrás de todas las iniciativas, por muy loables que puedan parecer y nos las quieran vender. No importa el tipo de iniciativa que sea, siempre existe una empresa detrás que trata de conseguir el máximo beneficio para sí misma por encima de todo, por lo que algunas veces se recurre a conductas que tienen poco que ver con el espíritu bondadoso y amable que pretenden mostrar de cara a los demás.
A pesar de esto, la realidad es que necesitamos que se implanten medidas amigables con el medio ambiente, por lo que algunas veces hay que hacer de tripas corazón y permitir hasta cierto grado que se haga negocio con algunas cosas que no deberían tener un precio, con la ilusión de que por lo menos mejorarán hasta cierto punto las cosas en pro de la ecología y las prácticas favorables al medio ambiente.
